
martes, julio 05, 2011
A nueve años de la masacre

domingo, junio 26, 2011
Walsh, Capote. No ficción
Walsh y Capote, cada uno desde su lugar, son referentes indiscutidos del periodismo. Ambos incursionaron en un nuevo género; la no ficción y a pesar de haber pasado más de cuatro décadas aún existen discusiones acerca de quién fue el inventor de este estilo. Lo cierto es que Walsh fue el primero en escribir una novela de este tipo; “Operación Masacre” – no sé bien por qué aseguro esto con tanta vehemencia cuando surge la oportunidad, quizás sea por ese estúpido orgullo nacionalista que aflora cada tanto, en mayor o menor medida en todos nosotros, quizás sea porque “Operación Masacre” vio la luz en 1957 y la obra de Capote, “A sangre fría” fue publicada recién en 1966-. Lo importante es que las obras están ahí, cuál fue primero, quién se lleva los laureles por haber inventado el género, a pocos le importa. A Walsh seguro no le importó, a Capote me juego a que sí.
miércoles, junio 01, 2011
Schoklender y su renuncia a Madres
martes, mayo 17, 2011
¿Quién avisó?
martes, abril 26, 2011
Se busca: Político, cualquier tendencia, kirchneristas abstenerse.
viernes, abril 22, 2011
Cromañon, la sentencia.
sábado, abril 02, 2011
Una vez más, el pueblo las abraza
jueves, diciembre 17, 2009
¡Qué pro ser PRO!

A Mauricio Macri se le ven cada vez más las costuras.
Por más de que lo intente, de que haga todo lo que pueda, el traje de apolítico que se puso cuando incursionó en la política grande y que lo depositó en la Casa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ya no le queda cómodo. No le sirve más. Prueba de esto es la nueva adquisición en su Gabinete de ministros; el flamante Abel Posse – Diplomático de carrera y escritor- quien un día antes de su asunción al frente de la educación porteña publicó un brillante artículo en el prestigiosísimo diario La Nación en el cual expresa “lo que siente todo el mundo”.
lunes, noviembre 16, 2009
Say No More es impermeable

23 de octubre de 2009. Cumpleaños de Charly, la vuelta. El reencuentro. Luego de una jornada laboral cargada de impaciencia y nerviosismo el reloj dio las siete de la tarde, era la hora de salir. En la puerta me esperaba mi hermana en un taxi, listo para depositarme en el estadio de Vélez. El cielo estaba de un gris amenazante, y cuanto más nos acercábamos al oeste ese gris era más oscuro y denso. Para aumentar el dramatismo el chofer dice: “Pibe, te aviso ahora; si caen piedras yo guardo el auto y nos vemos.” Como era de esperarse el automóvil no tardó en entrar en un típico embotellamiento porteño, el cual me propuse tomar con filosofía oriental; cerrando los ojos y meditando sobre el verdadero sentido del puré de tomates en cajita. Este momento tan profundo se vio interrumpido- dos segundos después de haber comenzado- por un alarido que nacía desde algún lugar a mis espaldas, un sonido hermético, sorpresivo, un gemido casi bestial que parecía envolver todo el taxi, amenazando con quebrar en dos al pobre Peugeot, que repentinamente pareció oscurecerse y comenzar a flotar, miré por la ventanilla pero las nubes no me dejaban ver nada, y lo único que se escuchaba era esa voz penetrante, inquietante, agónica, hipnotizante. Lentamente ese chirrido comenzó a tomar más cuerpo, era una voz humana sin dudas, me esforcé por tratar de comprende lo que decía, parecía pedir ayuda, pero por más que intentaba no lograba comprender lo que recitaba, el tiempo perecía detenido- quizá para acompañar al tránsito, que ya permanecía en ese estado desde hacía unos interminables tres eternos minutos- y el rugido seguía golpeteando contra mis sienes, cada vez más fuerte, más cercano, hasta que pude entender lo que reclamaba esa voz ronca inundando todo mi entorno ¡Penal! ¡Penal de Saavedra sobre Boselli! ¡Penal para Estudiantes de La Plata.