domingo, diciembre 21, 2008

Un Baldazo de agua fría a la educación


La escena es la siguiente: último día de clases, despedida a los egresados, calor insoportable, como es costumbre en todas las escuelas de la capital federal, los baldazos de agua no tardaron en aparecer, el problema surgió cuando la rectora Raquel Papalardo, de 32 años de trayectoria en el Mariano Acosta, agarró una manguera y mojó a los chicos, participando del juego, todo término en abrazos entre la Rectora y los estudiantes. Los chicos colgaron el video en la web y desde el gobierno de la ciudad echaron chispas, ¿cómo es posible que Papalardo juegue con los pibes? ¿A dónde quedó la autoridad? Se preguntaban azorados desde el gobierno porteño.

jueves, diciembre 11, 2008

Papá Noel

Dedicado a mi primer gran amigo Lorenzo
a quien le gustaba esta historia.


Se despertó temprano ara ir al colegio, ciertamente no le gustaba ir a la escuela y menos aún, tener que levantarse temprano para eso. Por lo tanto su humor no era el mejor y casi siempre se trenzaba en lucha con su padre mientras éste intentaba vestirlo. La escena era más o menos así: el chico lloraba, y su pobre padre trataba de ponerle el uniforme, la pelea no era del todo pareja, ya que el niño contaba con apenas 5 años de vida.
Lo más difícil era quitarle el pijama (o se escribe la pijama, nunca lo supe), ya que se aferraba a el fuertemente, a medida que el padre lograba quitarle alguna prenda la desesperación de su hijo aumentaba. En la misma proporción aumentaban sus gritos y patadas, farfullando frases como “al colegio no, al colegio no.” La lucha continuaba hasta el momento de ponerle las medias, ahí el padre sacaba un as de la manga, para esa altura nuestro héroe yacía sobre la cama matrimonial, agotado por la feroz contienda, a medio vestir y con la cara tan colorada que parecía un globo a punto de reventar, con su oponente en ese lamentable estado de indefensión, el villano tomaba ambos pies de su rival (enrollando sus enormes dedos entre la planta y el empeine) y los sacudía velozmente al mismo tiempo que decía “mucho gusto”, esto causaba una reacción inmediata en el niño, no podía lograr contener las carcajadas y por lo tanto el malhumor se esfumaba (ya que una ves que uno se ríe es casi imposible seguir enojado) de manera que este era el punto débil de nuestro joven héroe, y la razón por la cual siempre se veía derrotado.
Una vez que llegó al colegio se encontró con sus compañeros de clases en una acalorada discusión sobre el verdadero significado de la navidad, en realidad discutían sobre la existencia de Papá Noel, pero si lo miran bien es más o menos lo mismo. Cuando se acercó al grupo para preguntar qué sucedía, uno de sus amigos lo miró fijo y le dijo:”¿me vas a decir que vos tampoco sabías que Papá Noel es tu papá?” la frase quedó como suspendida en el aire “Papá Noel es TU papá”… el tiempo pareció detenerse “Papá Noel es TU papá” simplemente no podía creerlo, cómo era posible que ese hombre que todas las mañanas peleaba con él tratando de vestirlo fuese Papá Noel, talves en ese momento le encontró lógica a la vestimenta, claro si mi papá es de River- debió pensar- por eso es rojo y blanco su uniforme, un orgullo comenzó a subir hasta el pecho de nuestro ingenuo héroe, Papá Noel… es MI PAPÁ, se repetía para sí mismo, pronto comenzó a preguntarse: ¿cómo era posible que nunca lo hubiera descubierto?, peor aún ¿cómo era posible que su padre no se lo hubiera confesado?, peor aún ¿por qué no le regalaba todo a él en lugar de subirse a un trineo a repartir regalos a otros chicos? Trataba de recordar navidades pasadas, pero no lograba encontrar el momento en que su padre subía a un trineo de renos, “me hubiera dado cuenta” se decía. Por esos momentos la confusión era enorme, no comprendía a qué respondía que su padre nunca le hubiera admitido su verdadera identidad, pero por otro lado, no veía la hora de ver su taller.
Todo el día lo pasó así, fantaseando con la idea de poder dar un viaje en el famoso trineo de Papá Noel- SU papá. Justo unos minutos antes de terminar la clase, le comentó a el nene que le había dicho la verdad sobre la navidad, que talves un día le presente a Papá Noel, y que si quería hasta lo invitaría a pasear en trineo en alguna oportunidad. Pero no, no, no entendiste nada- le dijo su amiguito- mi papá es mi papá Noel, tu papá es TU papá Noel y así…


Continuará