viernes, noviembre 21, 2008

Tabaré le dijo no al aborto

Simplemente Tabaré Vázquez vetó la ley que despenalizaba el aborto en Uruguay.
Luego de que el proyecto fuera discutido en ambas cámaras y aprobado como ley, el Presidente de Uruguay decidió "por cuestiones filosóficas y biológicas" vetar los tres artículos que no convencían a su moral cristiana.
Estos artículos le hubieran permitido a una mujer interrumpir un embarazo en las primeras 12 semanas de gestación mediante una simple firma ante el médico -sin tener que pasar por interminables jornadas en juzgados, y sin tener que ser juzgada por ello- alegando penuria económica, social o familiar.
Por estas horas muchos serán los brindis a favor de la vida, muchas serán las organizaciones de esas que no tienen nada mejor que hacer que mirar para la casa de al lado, o mejor dicho; para no mirar sus propias casas nada mejor que la de al lado.
Uruguay contaba con la posibilidad de ser el primer país del Mercosur en despenalizar el aborto, pero su presidente no supo estar a la altura de las circunstancias, presionado por la iglesia católica, la iglesia de la negación. La misma iglesia que ha quedado ya muy lejos de la sociedad. Tabaré sostiene mentiras enormes (de esas de las que la iglesia conoce bien) en su afán por defender su postura dijo, entre otras cosas, que en los países en donde el aborto es legal, estos incrementaron notablemente. Nada más alejado de la realidad. Por citar un caso, Suiza es uno de los países con más baja taza de abortos- 7,5 interrupciones por cada mil mujeres de 15 a 44 años de edad- y en ese país está despenalizado.
En una región en la que miles de mujeres mueren al año por los abortos clandestinos, la iglesia simplemente prefiere mirar para otro lado. Mientras tantos adolescentes se encuentran frente a embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, la iglesia propone abstinencia y castidad como únicos métodos anticonceptivos y de salud sexual. Y se niega siquiera a pensar en la posibilidad de educar sexualmente a los jóvenes.
En nuestro País existen proyectos de ley de despenalización del aborto, y serán, seguramente, muchas las banderas que se levantarán en contra, las mismas que se levantan frente a cada caso que llega a los medios masivos con cada nuevo caso de aborto.
Me encantaría ver que esta iglesia, que no tarda en emitir comunicados ante cualquier esbozo de intento de proyecto de ley pro aborto, tuviera el mismo empeño, el mismo convencimiento, la misma fuerza para condenar a los curas abusadores, para admitir y pedir perdón por su activa, y tan necesaria, participación en la última dictadura militar.
Más allá de la iglesia, que sigue repitiendo el mismo discurso desde hace tantos años, y de los presidentes obsecuentes a ese discurso hipócrita, el camino hacia la despenalización del aborto ya está abierto.

1 comentario:

Paco dijo...

No creo que acá la sociedad esté lista para este tipo de debates. Lo cual es contradictorio, porque es considerado un asesinato por los mismos que afirman que hay que m eter bala a los delincuentes.